Es cierto que la productora les hace unos arreglos a los locales que muchos quisieran para su negocio y que duda cave que un local recién arreglado, siempre tiene mas clientes, aunque solo sea por la curiosidad, ahora
bien, si nos situamos en el barrio de Salamanca en el Restaurante Indio Sagar, la cosa deja muchas incógnitas, por que lo de los propietarios es una cosa tan ilógica como incomprensible, por que lo que está claro, que ningún empleado hace lo que le da la gana delante de los propietarios como en el caso del Sagar. Es sabido de la filosofía Indú y de la paciencia que rebosan junto con su humildad y bla bla bla, pero con dos cocineros así, con esa misma filosofía y paciencia y educación se les despide, por que solo te están arruinando y para darse cuenta de esto no creo que haría falta Chicote, pero bueno, se aprovechan de una nueva decoración del local, que eso si que vale lo suyo, tanto como para que una señora como la propietaria sobrada de educación, se la mirase por donde se la mirase, el agradecimiento se le notaba a distancia, tendría que soportar las prepotencias de Chicote junto con sus vastas respuestas. Que la verdad, estoy mas que seguro, que estas formas de Chicote no son mas que seguimientos del guión que le pone la productora para de esta forma ganar audiencia, que eso desde luego, lo han logrado y con creces, hasta el punto, de estar deseando que llegue y pronto la segunda entrada de pesadilla en la cocina, solo pido un poco mas de realidad y menos teatro. Por que como suele decir Chicote los comensales no son tontos, pero la verdad Chicote, los espectadores tampoco. Ademas pienso que no le hace ningún bien que le pongan ese papel de duro prepotente sin educación, por que cuando se le ha visto en otros programas entrevistándole, es de otra forma muy distinta.
No obstante, repito que esperando la segunda entrega y esperando que la productora no le haga hacer tanto teatro,
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